Vivir la utopía
Imaginar un lugar en el que no trabajas por dinero, por que simplemente no necesitas ese dinero ya que, en compensación, todas tus necesidades básicas son cubiertas. El trabajo te gusta y no hay forma de que te quejes, lo pasas bien sabiendo que ayudas a otros, que compartes con otros, haciendo algo provechoso sin que esto te genere estrés ni tengas la preocupación de obtener un ingreso para pagar una renta a fin de mes, un almuerzo, el papel higiénico en el supermercado. Así he vivido estos primeros días en las montañas de Gangwondo. Bien sé que detrás de este intercambio del que participo, en el que se cubren mis necesidades a cambio de unas horas de trabajo voluntario al día, hay una cuota que tuve que pagar, hay calcomanías que dicen que el centro educativo forma parte de una fundación de Samsung, hay apoyos de gobierno, hay aquí quienes gozan de un salario, profesores, cocineros, gente con sus propios gastos; hay impuestos y cuentas por pagar cada mes por los servicios de siempre,...