Varios.
El otro día soñé que emprendía un viaje a través de los Balcanes, que recorría Turquía, que me internaba en lo más remoto y profundo de Rusia. No tengo planes, pero sí un interior impetuoso.
El trabajo lo dejé hace más de 5 meses. La decisión me costó mucho. ¡oh, ese temor a la incertidumbre! Ahora sé que es lo mejor que pude haber hecho. La retrospectiva de estos 5 meses me ofrece una variedad muy grande de paisajes, de rostros, de comida y de risas.
Recuperar el tiempo con recuerdos, evocar recuerdos con una sonrisa, de eso se trata TODO.
Explorar los álbumes fotográficos y ver en ellos al muchachito que ya no soy. Que la evidente felicidad de ese muchachito sea similar a la mía, quiere decir que esta vida ha valido la pena.
Siempre es difícil dejar a la gente con la que uno se encariña. Estos meses han sido de conocer mucha gente nueva, pero también de volver a ver a viejos amig@s. Desde hace varios años contraje el hábito de no entristecerme al momento de las despedidas. Recientemente, también he contraído el habíto de alegrarme por volverl@s a ver.
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