La mujer mexicana
En términos generales y hablando desde lo subjetivo de mi experiencia en el trato con mujeres, que no es tanta pero sí suficiente, me permito decir que he identificado tres tipos de mujeres mexicanas (en sus veintes):
1. La mocha: conserva aún los atavismos de una o más generaciones anteriores. Es mujer de hogar, de cuidar chiquillos y lavar la ropa. Que tenga o no un título universitario no es factor que altere su forma de ser. Son varias que he conocido, entre amigas, alumnas y conocidas, que lo primero que esperan hacer apenas acaben su carrera, es encontrar a un wey que se haga cargo de sus necesidades. Algunas de estas mujeres entran también en la categoría de chamacas "tragamonedas", esas que salen con fulano o con sutano por el único afán de que les inviten una buena cena, pero que se preocuparán por el bienestar de su pareja si se enamoran. Son, desde luego, las mismas que se enfadan si no les abres la puerta del carro, que esperan que pagues todas las cuentas, llegando al extremo de molestarse si caminas del lado de la pared y las dejas andar del lado de los automóviles. Muchas de estas citan a Dios, hablan de ir a misa los domingos y de las buenas costumbres. Pero vivimos tiempos de contradicciones y la doble moral a nadie toma por sorpresa. Sí, que se den baños de pureza no quiere decir que no se suelten el pelo de vez en vez.
2. La que se dice moderna: El feminismo es sin duda un movimiento social que si bien en muchos aspectos no ha logrado el legítimo objetivo de la igualdad de género, en otros sí ha caído en algunos excesos o ha desvirtuado su causa original en detrimento de los hombres. He conocido varias chicas que se dicen modernas, que se declaran feministas de hueso colorado, pero lo son únicamente cuando les conviene. En esta categoría entran aquellas que dicen: soy moderna, tengo un título universitario y, por lo tanto, ni sé cocinar ni quiero aprender, pero como tú eres el hombre, te tienes que mochar con una lana para mi manicure. Las mismas que exigen que las trates como a una igual, pero que tú pagues la cuenta del bar; las "tragamonedas" por excelencia. Esas que de ningún modo te van a planchar una camisa por que para eso tienes manitas mi rey, pero que tampoco desean trabajar por que para eso también estás tú, papito. A diferencia de las mochas, estas no practican una doble moral, sino que buscan directa y abiertamente satisfacer su interés personal. Supongo que los hombres que terminan casándose con estas mujeres, buenas para nada, deben tener motivos meramente sexuales para ser felicices con ellas.
3. La mujer independiente y moderna: Les juro que las amo, pero aún son las menos en mi entorno. Esas chicas que te dicen, yo lavo la ropa, pero tú la planchas; hoy cocino, pero te tocan los trastes; esta vez picho yo la peda. Lo mejor de estas mujeres es que no necesitan de los hombres, y lo dicen abiertamente. Si están con alguien, no es por mero interés, sino por que encuentran en "él" a alguien que las complementa. Son también las más exigente respecto a sus parejas, no se conforman con poco, por que merecen a alguien que esté a su altura. Curioso es también que a estas chicas también les cuesta trabajo encontrar a un novio en México, ya por que "lo asustan" por ser más listas que él o tener una mejor chamba, ya por que definitivamente no toleran al clásico machito mexa.
Por lo regular las mexicanas con las que he salido mezclan características de las tres categorías, con mayor preponderancia de la segunda categoría. Ha habido alguna que entra en la primera y alguna otra que, en varios aspectos, entra por bastante en la tercera pero queda a deber en algunas cosas. De hecho, de entre las mexicanas con las que he salido no recuerdo alguna que me haya cocinado algo: o les da hueva y prefieren ser tratadas como princesas, o de plano no saben ni picar una cebolla (true story). Sin excepción, siempre soy yo quien cocina y lava los platos. Por lo regular, pero en esto sí ha habido más excepciones, soy yo quien paga las cuentas. Las mujeres verdaderamente modernas con las que he salido no son mexicanas, sino europeas o gringas. Si tuviera que escoger entre chicas de las tres categorías, desde luego que prefiero a las de la tercera, pero podría hacer vida con una mujer de hogar. Por supuesto, espero no terminar con una de la segunda categoría; estas son, por desgracia y bajo mi percepción, las más.
1. La mocha: conserva aún los atavismos de una o más generaciones anteriores. Es mujer de hogar, de cuidar chiquillos y lavar la ropa. Que tenga o no un título universitario no es factor que altere su forma de ser. Son varias que he conocido, entre amigas, alumnas y conocidas, que lo primero que esperan hacer apenas acaben su carrera, es encontrar a un wey que se haga cargo de sus necesidades. Algunas de estas mujeres entran también en la categoría de chamacas "tragamonedas", esas que salen con fulano o con sutano por el único afán de que les inviten una buena cena, pero que se preocuparán por el bienestar de su pareja si se enamoran. Son, desde luego, las mismas que se enfadan si no les abres la puerta del carro, que esperan que pagues todas las cuentas, llegando al extremo de molestarse si caminas del lado de la pared y las dejas andar del lado de los automóviles. Muchas de estas citan a Dios, hablan de ir a misa los domingos y de las buenas costumbres. Pero vivimos tiempos de contradicciones y la doble moral a nadie toma por sorpresa. Sí, que se den baños de pureza no quiere decir que no se suelten el pelo de vez en vez.
2. La que se dice moderna: El feminismo es sin duda un movimiento social que si bien en muchos aspectos no ha logrado el legítimo objetivo de la igualdad de género, en otros sí ha caído en algunos excesos o ha desvirtuado su causa original en detrimento de los hombres. He conocido varias chicas que se dicen modernas, que se declaran feministas de hueso colorado, pero lo son únicamente cuando les conviene. En esta categoría entran aquellas que dicen: soy moderna, tengo un título universitario y, por lo tanto, ni sé cocinar ni quiero aprender, pero como tú eres el hombre, te tienes que mochar con una lana para mi manicure. Las mismas que exigen que las trates como a una igual, pero que tú pagues la cuenta del bar; las "tragamonedas" por excelencia. Esas que de ningún modo te van a planchar una camisa por que para eso tienes manitas mi rey, pero que tampoco desean trabajar por que para eso también estás tú, papito. A diferencia de las mochas, estas no practican una doble moral, sino que buscan directa y abiertamente satisfacer su interés personal. Supongo que los hombres que terminan casándose con estas mujeres, buenas para nada, deben tener motivos meramente sexuales para ser felicices con ellas.
3. La mujer independiente y moderna: Les juro que las amo, pero aún son las menos en mi entorno. Esas chicas que te dicen, yo lavo la ropa, pero tú la planchas; hoy cocino, pero te tocan los trastes; esta vez picho yo la peda. Lo mejor de estas mujeres es que no necesitan de los hombres, y lo dicen abiertamente. Si están con alguien, no es por mero interés, sino por que encuentran en "él" a alguien que las complementa. Son también las más exigente respecto a sus parejas, no se conforman con poco, por que merecen a alguien que esté a su altura. Curioso es también que a estas chicas también les cuesta trabajo encontrar a un novio en México, ya por que "lo asustan" por ser más listas que él o tener una mejor chamba, ya por que definitivamente no toleran al clásico machito mexa.
Por lo regular las mexicanas con las que he salido mezclan características de las tres categorías, con mayor preponderancia de la segunda categoría. Ha habido alguna que entra en la primera y alguna otra que, en varios aspectos, entra por bastante en la tercera pero queda a deber en algunas cosas. De hecho, de entre las mexicanas con las que he salido no recuerdo alguna que me haya cocinado algo: o les da hueva y prefieren ser tratadas como princesas, o de plano no saben ni picar una cebolla (true story). Sin excepción, siempre soy yo quien cocina y lava los platos. Por lo regular, pero en esto sí ha habido más excepciones, soy yo quien paga las cuentas. Las mujeres verdaderamente modernas con las que he salido no son mexicanas, sino europeas o gringas. Si tuviera que escoger entre chicas de las tres categorías, desde luego que prefiero a las de la tercera, pero podría hacer vida con una mujer de hogar. Por supuesto, espero no terminar con una de la segunda categoría; estas son, por desgracia y bajo mi percepción, las más.
This is just how a modern girl looks like
Chun Li, versión moderna =D
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