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Mostrando entradas de 2011

Un día en DF y sus aristas

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1. A la embajada asistí a la creación de una nueva Cámara de Comercio México-China, esta vez facilitada por la propia embajada de China en México. Lo esperado: muchos chinos haciendo negocios (a mi jefa le dije que me sorprendía que ella fuera la única mujer empresaria presente.. ah, tan barbero yo, o sincero, ya no sé); discursos protocolarios (de huevísima el que estuvo a cargo de PROMEXICO); algunas fotos con gente bonita; un festín de comida china, etc. Hubo un par de chinitas que lograron distraerme, pero no tanto como una chamaca de cabello chino, preciosa, vestida de negro, con la que me encontré cara a cara en una ocasión y me devolvió una sonrisa; la volví a topar de nuevo y nos sonreímos en complicidad; luego, cuando estaba en lo de ir a abordarla, preguntarle su nombre, obtener su correo o cualquier cosa, me pegó un grito mi jefa para hablar con un tal ingeniero Cuéllar en un salón privado. Gran suplicio esa charla sobre minerales, asociaciones, que hasta pensé en pedir 2 mi

Sueño a dos

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En esta vida ha habido sólo dos mujeres. Dos chicas que no han sabido marcharse porque de vez en cuando se aparecen en mis sueños. La primera me duró lo que un mes y medio muy intenso. La ruptura no me sorprendió: ya me sabía yo que tenía un novio de años y que se alejaría, tan repentinamente y sin explicar nada, como llegó (tan tonto yo, que empezaba a hacerme algunas ilusiones). De esta, por supuesto que me molesta despertar y saber que no tendría porqué soñarla, porque cuando la he vuelto a topar, bastante seguido, apenas y me saluda. Qué injusto es esto de los sueños. A la otra sólo Dios sabe cuánto la quise. Últimamente me visita en sueños porque a más de dos años sin vernos está previsto en justo un mes estaremos de viaje juntos, en el Caribe mexicano. No puedo permitirme verla con expectativas (aunque testarudo yo, ahí están), porque aquello durará sólo una semana y después será lo de siempre: el trabajo, el hastío, la soledad. Algo ocurrirá con el reencuentro, sin duda, pero

Lo de antes, lo de ahora.

No hay nada que me recuerde más cómo era antes, hace algunos años, que leer algunos escritos de Cortázar. Será quizás por su estilo desenfadado, por ese continuo conminar al lector a dejarse de convencionalismos, a ver la realidad como algo más que lo impuesto. Me da por recordarme a los 18, a los 22, a los 25 -incluso- y noto con tristesa cómo he pasado de vivir para la experiencia, a vivir para la materia. Quizás sea que lo precario de la vida estudiantil me permitía disfrutar de pequeñeses que ahora pasan inadvertidas, o que vivo para las horas de trabajo, la quincena y lo que con ello puedo comprar (que de un tiempo a la fecha tiene que ser lo mejor), olvidándome de aquello otro que muchas alegrías me proporcionaba. Será también que uno empieza a temerle a aquello que llaman "pérdida de tiempo". ¿Cómo podría yo ahora, a esta edad, con el trecho recorrido en lo laboral, permitirme dejarlo todo, echarle la mochila al hombro e ir en busca de experiencias nuevas? Hace 9 a

semana en el Distrito

El examen: antes de los exámenes me pesqué una gripilla que después descubrí que era nerviosa, porque en cuanto salí del primero, extrañamente eufórico, se me quitó. Estuve contento al final de cada examen, supongo que porque creo que me fue bien. Que crea que me haya ido bien e, incluso, el hecho de que verdaderamente me haya ido bien, no quiere decir nada, por que la competencia es mucha. Los concursantes: Escogí presentar los exámenes en DF porque tenía ganas de ver el borlote, la muchedumbre de aspirantes, ver un enorme salón (una bodega) llena de gente trajeada y bien perfumada, con las mismas aspiraciones que yo. Me lo dijo Oscar, que es impresionante aquello y, sobre todo, lo de las conversaciones que uno entabla o escuchar cosas como: "dejé encargado a un amigo en mi puesto en la ONU"; "el concepto de soberanía nacional no ha sido bien interpretado recientemente, considero que.."; "llevó cuatro años trabajando en la cancillería..", etcétera. De

L U S T !

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  La primera vez que fui a una playa nudista me sorprendió que el morbo, que de algún modo me había arrastrado hasta ahí, desapareció en cuanto note esa indiferencia tan generalizada ante la desnudez y, a decir verdad, tanta imperfección en la anatomía humana. Quizás es porque socialmente nos predisponen a lo prohibido de la desnudez publicitando cuerpos semidesnudos. Acá, en lo de la expo minera de Acapulco, no he visto ningún cuerpo desnudo, pero no ha habido momento en que mis ojos no se distraigan con el cuerpo de una modelo. No es tanto por esos cuerpos que lucirían con menos atractivo -porque imperfectos somos- si no los cubrieran esas pocas prendas que saben dar contorno a la cintura, levantar las tetas, perfilar las nalgas y dejar apenas unos centímetros de distancia entre el filo de esas faldas entalladas y el anhelado sexo. Es curiosa también la relación tan estrecha que hay entre los negocios y el sexo, tanto que pareciera que son inseparables. Pobrecitas de ellas, que ti

Formas del optimismo.

Cuando le comento a alguien sobre el examen de ingreso al SEM siempre procuro hacer en una posición intermedia, que linde en el realismo, sin ser pesimista ni optimista. Suelo hablar de los hechos: hay 2000 aplicantes, 30 lugares, quizás algunos ya estén recomendados, seré feliz si paso la primera ronda, etc. En el fondo este realismo es una forma de defenderse de un muy probable fracaso o de no tener éxito o de ser uno de los desafortunados que se quedan fuera (como queramos llamarlo); es también una de las formas de la esperanza, de dejar espacio a una posilibilidad, pequeñísima pero real. Si hay algo que me gusta de mi trabajo actual es que estoy conociendo la cultura china de fondo, mediante un tipo de convivencia que en China hubiese sido imposible. Me parece que la situación de ellos aquí tiene mucho que ver con esto: 1) aparte de reuniones de trabajo conviven sólo entre ellos, 2) soy de los pocos mexicanos con los que se pueden entender bien y 3) son muchas horas las que convi

Lujos

Cuando le pregunté al señor Zhang si la cena estaba buena me respondió que mamahuhu (马马虎虎, más o menos; caballo-caballo-tigre-tigre si no atenemos a la traducción literal). Después me dijo que es casi una ley que en los lugares lujosos la comida no sea tan buena y que en lugares más bien modestos uno puede meterse unos verdaderos banquetes. Supongo que hay cierta relación entre lo que cuesta el consumo, lo que esperamos recibir y, finalmente, a lo que nos sabe lo que comemos. Por más que sepamos que aparte de la comida también estamos pagando por los manteles, las velas y el rumor de las olas al romper, mientras más elevada sea la cuenta será más fácil llevarnos ulguna leve decepción o, incluso, la sensación de haber sido estafados. Estos días de viaje con mis jefes ha sido todo lujo, desde el lugar en que nos hospedamos hasta las comidas que procuramos. Me quedo con la sensación de que algunos lujos tienden más a lo artificial que a otra cosa. Seguramente, más felices serían mis hor

Armonía

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La armonía es un concepto muy arraiga do a la cultura milenaria china. Trata de buscar un equilibrio entre los elementos de la naturaleza, el cielo y el hombre. Tradicionalmente puede estar presente tanto en la sociedad, bajo un sistema de jerarquías en el que los hijos respetan a los padres, los súbditos al emperador, la mujer al marido, los jóvenes a los anciano y en el que impera la nobleza en las relaciones entre l@s amig@s; como en las artes. En arquitectura, por ejemplo, las siluetas de las pagodas al atardecer deben estar en armonía con su entorno, mezclarse y perderse dentro del contorno de árboles y cúspides. No hace mucho tiempo que el gobierno chino, liderado por el Partido Comunista, ha tratado de retomar el viejo concepto de la armonía y aplicarlo en la sociedad moderna china. Las medidas van desde el bloqueo de las redes sociales por las que podrían difundirse ideas en contra de la estabilidad del régimen, hasta el bloqueo de sitios web con el argumento del terrible fla

Crónica de un amor de verano I

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Hacía rato que no salía de viaje con una chica (un año, desde la última vez). En esta ocasión fue con mi hermana, que nos montamos en un par de días un viaje a Taxco, pueblaco de casas blancas asentado en la ladera de una montaña guerrerense. El viaje de pasó de lujo, sobre todo por que aunque mi sist y yo somos amantes de la viajada, jamás habíamos tenido la oportunidad de salir juntos. Lo curioso y, de algún modo, inesperado, fue que el viaje estuvo lleno del recuerdo de Ella. Definamos a Ella como lo que es: costeña, ojos verdes, divertida, curiosa, no muy brillante, alta, delgada, nalgona, infiel. Definamos a Ella como lo que fue: un amorío de verano, un amorío prohibido y la efímera esperanza de un nuevo (verdadero) amor. Antecedentes: En noviembre de 2009 fui invitado a dar una ponencia sobre China. Cuando se es el ponente, uno ve al auditorio como a una homogénea masa de gente en la que no destaca nadie, al tiempo que uno es visto de manera individual y, con fortuna, record

Las múltiples ocupaciones

Rellenadores de baches: desde temprano, pala en mano, un grupo disperso de tres personas, un niño, un muchacho y un anciano, comienzan la labor de tapar los incontables baches de la carretera estatal La Huacana-Poturo. Toman la pala y de las orillas del camino recogen arena o tierra, que luego utilizan para laboriosamente ir llenando los nuevos hoyos que trajo la temporada de lluvias. No me queda claro si el gobierno municipal les paga algo, pero se pasan todo el día a la intemperie, pendientes de que no quede un bache sin tapar y de las monedas, el agua o las fritangas, que generosamente la gente que por ahí transita les da. Chaponeadores: Por suerte no es trabajo de todo el año, por que es aún más árduo que el de andar rellenando hoyos todo el día. Los chaponeadores tienen la labor de, machete en mano, ir cortando los arbustos que comienzan a comerse la carretera de tan crecidos que están. También he visto congregarse, hacia el final de la temporada de lluvias, a comunidades entera

Ni dormido ni despierto

Hay momentos en el día, los de mayor capacidad creativa y menor conciencia, en los que mi cerebro trabaja al cien. Me refiero a los instantes (u horas, imposible estar seguro) de sopor que anteceden al sueño o previos al despertar en los que en mi cabeza se recrean diálogos completos, historias e imágenes que jamás hubiera podido concebir estando despierto. Imposible que en la conciencia de la vigilia mi creatividad llegue a semejantes desvaríos. Y no es que esté completamente dormido, por que alcanzo a enterarme que estoy recostado sobre mi cama, dormitando en mi habitación, en un estado en el que mi mente parece estar en dos sitios a la vez. El punto culminante lo alcancé hace unas semanas. Fue una de esas ocasiones en las que se dice que "se te subió un muerto". No estaba ni dormido ni despierto, pero sentía unas ganas tremendas de moverme y me era imposible siquiera apretar la mano. Simultánemaente sentía que me hundía bajo una cama que se diluía y, lo que es peor, mis

Chamba

Del trabajo mucho se ha dicho: que dignifica al hombre, que es el mejor modo de contribuir a una sociedad mejor, que es la única manera de salir adelante en la vida. Se dice también que para que un trabajo se haga bien, tiene que hacerse con pasión y con gusto; que constituye una parte importantísima de la vida por que al menos un tercio de nuestro día se nos va en eso y que no hay mejor gratificación que la de saber que servimos al prójimo y, además, recibir una gratificación por ello. Si para algo me ha servido este trabajo, en la mina, es para estar más conciente de la realidad más allá de mi círculo social en Morelia. El trabajo en universidades privadas me mantuvo en contacto directo con gente que, en tanto a lo material, no podía tener mayores preocupaciones. Hace no tanto que el secretario de Hacienda dijo que la familia mexicana vivía con 6,000 pesos al mes. A mí me cuesta creerlo, por que para mí solo ya resulta un presupuesto un tanto ajustado, pero después de conocer a est

Primera entrada de blog =)

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Lo dije antes, que el blog de wordpress era una mierda y no me inspiraba ni poquito. Ahora he decidido mudarme a este nuevo espacio. Espero poder compartir algunas experiencias de vida, algunas lecturas, algunas ideas, algunos itinerarios de viaje; espero también que este blog sí inspire, que de aquí a unos años esté encantado de ver cómo el blog ha cambiado conmigo, cómo soy otro con el tiempo y notar que no hay mejor reflejo de esos cambios que los escritos estos. "Quién lo dijera" no fue lo primero que se me ocurrió como título para el blog, pero sí lo que creí más apropiado. Había barajado varios títulos como "el armatoste", del que creí que me obligaría a mucho escribir y a poco decir; "el seto", que me hizo pensar en alguien circunspecto, y yo soy más bien de externar hasta la más tenue nimiedad, para muestra mi muro de fb; "viento en popa", considerado un poco demasiado optimista para tanto vaivén de la vida; y así varios más que poco m