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Mostrando entradas de mayo, 2012

Algunos nombres

Pienso en algunos nombres que algo significaron, que algo significan: Kathia, Eduardo, Miguel, Jorge, Alberto, Moisés, Miriam, Raúl, Jakub, Ana, Sveta, Tomek, Lourdes, Oscar, Bruno, Sophie, Anna, José Luis, Rogelio, Mirja, Rossanna, Alina, Jenn, Behdad, Adriana, César, Lina, Custis, Cristina, Rafael, Yael, Hannah, Giuliana, Fracisco, Luda, Miguel, Megumi, Carlos, Gonzalo, Militza, Alfonso, Diego, Jorge, Nataly, Minjee, Katie, Lizbeth, Stef, Darío, David, Diana, Andrea, Madián, Luis, Gustavo, André, Georgina, Lupita, Anaís, Valeria, Catalina, Xiaoming, Teresa, Shuhui, Lisseth, Moisés, Xu... La lista no es ni por asomo exhaustiva. ¿Dónde están ell@s? ¿Cuánto fueron en otro tiempo, cuánto siguen siendo? Much@s están en el recuerdo, en lo que fue pasajero.. ¿Vale la pena aferrarse cuando ya se han ido algun@s, cuando es@s que se han marchado no han de volver? ¿Si tod@s significaron algo, si perduran bajo ciertas formas en mi recuerdo, qué lugar ocupo yo mismo en los suyos, qué tanto

La soledad y sus distracciones

Evoco tu pelo y su textura bajo mis dedos, evoco tu risa y la lágrima derramada, ese grito que ahogaste en mi oído aquella víspera que no hemos de olvidar; evoco nuestras charlas, el calor de tus manos, la silueta de tu cuerpo devuelta por la luna y su luz al descubrir intencionalmente la cortina; evoco tus labios y cuento como a ovejas aquellos besos que nos dimos, el primero, el último, los otras tantos que fueron y quisiera, en este cerrar de párpados, capturar esos otros que pendientes dejamos.. Te evoco íntegra y en esta tarde caribeña de mayo, bajo el influjo de la brisa del trópico, palpo tu recuerdo, lo sopeso con esta soledad y me dejo arrastrar por la nostalgia de aquellas otras tardes..

El juicio de los sojuzgados

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Es común que cuando comento a alguien la idea de dejarlo todo para irme de viaje me observen: 1) Como alguien a quien se le ha salido un tornillo. 2) Como un aventurero digno de admiración. 3) Como un pobre diablo con hartos resabios de inmadurez. A estos últimos los descarto, porque no hay un acto de mayor madurez que el de tomar una decisión difícil con templanza y determinación. A quienes me ven como un loco que se vayan mucho a que los lama la ballena también, bien sé que si así me juzgan es porque su vida ha sido moldeada por la insularidad y por que el horizonte simpre les ha parecido demasiado lejano (such a pity). Muchos de esos que admiran el dejarlo todo por un viaje, por vivir un poco más a tope esta vida que es única y procurar descubrir un cachito más del mundo, quisieran tomar decisiones similares pero no lo hacen por que se creen que está fuera de su alcance -ahhh, si todo es posible, cosa de desearlo y darle alcance- o por que simplemente se les frunce. A tod@s

De lo mucho que nos repetimos

Esa propensión tan humana, tan moderna quizás, de repetirnos. Que pasen los años y seamos los mismos no me sorprende, porque la personalidad es una. Que tengamos un modo de hablar, ciertos gestos tan únicos o tan similares a los de nuestros padres y hermanos, de quienes sin notarlo hemos adoptado, tampoco es una sorpresa. Lo que me entretiene ahora no es la forma, sino el contenido: Contar la misma anécdota o hablar a distintas personas sobre algún tema que nos es familiar, suele resultar en una repetición del orden y de las palabras empleadas, una repetición incluso del exhalto o la frialdad con que nos comunicamos. Para quien nos escucha por primera vez referir tal historia, moldeada por formas y frases ensayadas, en cuya narración sentimos que pisamos terreno firme, escucharnos puede fácilmente cautivarlo. Para quienes han tenido la desdicha de escucharnos contar lo mismo a distintas personas no podemos menos que resultar en la monotonía y en el enfado. Repetirnos de este modo equi

Catiras

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El tema de las rubias se circunscribe a la costumbre. En Morelia no hay muchas y las que hay, conque cubran algunos estándares físicos indispensables, saben que pueden cotizarse (hueva). La primera noche en Playa del Carmen las rubias lo fueron todo, porque eran las más ahí y son las menos en mi día a día. Me olvidé quizás de aquellas noches de perdición en el so-called Reino del Centro o de aquella lejana mañana de Zurich... Tras algunos días por aquí noto que es más cuestión de la silueta y de algunos gustos particulares, como los pueden ser la forma de las piernas, la firmeza y el grandor de las tetas, la innata coquetería de alguna o alguna extraña forma de fruncir los labios, que lo que por sí mismos pueden atraer el color del cabello y de los ojos. En la foto un par de danish girls que me bajé de internet... pasa que el último día en Playa llegó al hostal un populoso grupo de chicas danesas -y alguno que otro tornillo-, pero el tema de buscarles el rostro a chicas de cab

Para poder escribir

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Unos cuantos días de viaje y un lugar tranquilo en el que relajarme es todo lo que necesito para tomar la pluma y una libretita y ponerme a escribir como solía, como en aquellos días en los que las preocupaciones eran pocas y la sensibilidad mucha. Es ese, el de recuperar de a poco la creatividad perdida y darme un tiempito para escribir, un motivo más para seguir haciendo camino al andar. Espero que el próximo gran viaje sirva al menos para escribir un poco; espero que eso poco que escriba justifique el haberlo dejado todo.