28, o casi

En términos generales la madurez es indisociable de la estabilidad. Normalmente se habla de la madurez de alguien en tanto que esa persona tiene una relación estable, un trabajo estable, un camino más o menos previsible por el que transitar por la vida.

Leí de algún creativo que la madurez hay que dejársela a las frutas. ¿Cómo concebirme maduro bajo estándares sociales del lugar en que nací y crecí cuando el estilo de vida que me atrae dista totalmente de la estabilidad?

Tiendo a pensar que es cuestión de la edad, de mi juventud que empieza a eclipsarse, pero que aún da para echarse la mochila al hombro, para dejarlo todo y empezar de nuevo, para trasnocharme de vez en cuando o para levantar a una morrita coqueta y guapa en un bar y dejarse llevar por lo que ofrece el instante, el día a día.

Ya llegará el tiempo para la estabilidad y para poder entrar dentro del concepto que esta sociedad tiene de madurez; llegará ese momento en que el cuerpo y los gustos mismos empiecen a transformarse. Por ahora, no hay más que disfrutar la vida bajo ciertas condiciones, esas que me dictan la juventud y el momento.

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